Si pudiera amarlo, como aquella noche que le dí hasta lo que no me pertenecía. Como esos días, o si pudiera reconocerlo, y no permitirme dejarme caer.
Pero no depende de él, y lo sabe. Pero entre saber y querer existe una línea, que claramente; él no cruzará, aunque se lo esté pidiendo. Aunque ya esté cayendo para dejar de hacerlo feliz.
Deja un comentario