Hoy, quisiera tiene el poder de decir adiós, tener el poder de no ser cobarde, y finalizar ya. Creí ser más fuerte que mi mente y este gana una vez más. No sé si el corazón se agota, pero al mío ya no le quedan muchas ganas de seguir, y mi cuerpo me suplica descanso, no soy suicida; soy realista, a mi mundo se le acabo la luz, y recuperarla no es imposible, pero para luchar ya no hay batería, y mi mente ya no lo piensa negociar, sin embargo, toca continuar, porque no poseo el poder de decir adiós, no hoy.
Deja un comentario